Hecho por Bea Rondón

Hecho por Bea Rondón

martes, 3 de marzo de 2015

Escribir no se ha hecho fácil (o "La música me salva")



"El uso total de la palabra para todos 
me parece un buen lema, 
de bello sonido democrático. 
 No para que todos sean artistas,
sino para que nadie sea esclavo". 
Gianni Rodari


"Es mejor arder que apagarse lentamente".
Kurt Cobain

El ejercicio serio y respetuoso de escribir se ha tornado difícil para mi estos años. No por no tener razones o motivos, sino porque la chispa que necesitaba se encendiera, parecía cada vez más huidiza y antipática.

El hecho en sí mismo de escribir es algo que hago a diario en las redes más inmediatas: esos no tan fútiles pero sí espasmódicos espacios donde todos convulsionamos queriendo decir algo que será atropellado por las convulsiones de otros. 

Mi motivación más prolija ha sido siempre el hecho musical. La naturaleza de este blog nace de la proximidad con los hacedores de música, ese arte maravilloso que nos eleva y nos traduce el mundo en lenguaje único... Bellum tempus.

Regresar al nido significa, para mi, regresar al origen del sonido. Y es desde allí de donde partiré en esta nueva etapa: un nuevo viaje, de esas aventuras que me gusta emprender y en las que, emocionada y apasionadamente, me embarco a riesgo de vivir.

He regresado, además, a mi país, una tierra tan pródiga como benevolente.

He regresado a mi ciudad: arrebatada, vertiginosa, arriesgada, retadora, como buscando pelea todo el tiempo.

He regresado a la música: mi lugar favorito.

He regresado a mi... ¡por fortuna!


Beat Callejero / Bea Rondón

miércoles, 5 de marzo de 2014

Todo siempre pasa... De repente...

Una de las más recientes producciones discográficas en el mercado venezolano es la que reunió a la agrupación C4 Trío (Jorge Glem, Héctor Molina, Edward Ramírez y Rodner Padilla) con Rafael "Pollo" Brito, titulado DE REPENTE.



Este es un compacto de diez temas en el que la versatilidad de interpretación de cinco personajes y sus invitados ponen de manifiesto, una vez más, la riqueza del repertorio de este país suramericano.

De igual manera, la "guasa" (entendida como sabrosura) y la emoción con la que se deja escuchar esta producción, permite imaginarlos en un patio de casa, a la sombra de un árbol de mango, una tarde dominguera, en el que se escucha "cómo es que dice la canción aquella...?" y grábalo!

Es urgente hablar de los invitados que se dieron cita en esta entrega: Marcial Istúriz, reconocido y talentoso cantante de géneros latinos como la salsa, que ha paseado su voz en escenarios europeos, caribeños y latinoamericanos. Marcial sonea y adorna los coros con su inconfundible voz. Neguito Borjas, quizás una de las voces zulianas de mayor reconocimiento, prolífico y con esa alegría que solo los venidos de esa zona occidental de Venezuela tienen, canta a dúo con Pollo Brito una forma de composición de la gaita como lo es "el tresillo", en el que los versos y la ejecución se basan en sonar tres notas musicales donde irían dos... pero en palabras más sencillas, es una de las combinaciones más bonitas que tiene el Zulia.



Otros dos invitados que hacen que este disco penetre en las emociones y permanezca mucho tiempo en nuestros oídos son Ana María Simon y Johnnatan García, quienes con sus voces nos trasladan a esa zona del alma donde no hay renuncia ni aceptación... en un único tema "Hasta que vuelvas".

El repertorio puede confundirnos en calificarlo de raíz tradicional venezolana y es porque la mezcla de los cuatro y el bajo de C4 Trío nos hace pensar que hasta una sinfonía de Beethoven pudo haberse compuesto tanto en Cumaná, en Ejido como en Cotiza. Sin embargo, encontramos temas clásicos de interpretación local combinados con las versiones que esta agrupación hace de "Yo sin ti no valgo nada", interpretada por Adrenalina Caribe en los años 80, en la voz de su lider Evio Di Marzo; "Y Deja", tema popularizado por el maestro Rubén Blades con su cadencia brasileña en la que participa el maestro de las maracas, el querido "Negro" Laya, así como "Océano" de Djavan, en el mismo estilo; otro tema brasileño que Soledad Bravo se encargó de colar en todas las "rumbas" como es "Déjala Bailar", de Chico Buarque y hasta dos temas de origen anglosajón como "Isn't she lovely" de Stevie Wonder y "Norwegian wood", de la dupla británica Lennon&McCartney.



Sorpresivamente, el último tema del cd nos regala una interpretación de la canción "Lucerito" (Luis Mariano Rivera) combinado con un tema de su autoría, "El Acertijo", en un cuatro de cuerdas de metal que el luthier Rafael González construyó para el músico Edward Ramírez. Si no les suena a arpa tuyera es porque tienen que pasarse unos días por estos lares.

No obstante, la maravilla de este disco no sólo es quienes participan en la ejecución e interpretación de los temas, ni tampoco el repertorio tan maravillosamente escogido... tampoco lo es su sonoridad y su sabrosura... Quizás, lo más importante de esta producción es que está perfectamente mezclada. No recuerdo ninguna otra producción venezolana con tan altos niveles de perfección (me atrevo) en esta fase donde muchas otras han decaído a pesar de contar con trabucos irrepetibles.

Esto sólo es posible si llaman a los mejores. ¿Quiénes en Venezuela? Darío Peñaloza y Germán Landaeta. Para ellos, son mis aplausos.

¿Qué tiene de malo esta producción discográfica? QUE ES MUY BREVE! Menos de 40 minutos es lo que dura y la canción más hermosa es la que aún menos ocupa espacio, sin alcanzar los tres minutos. Habrá quien diga que de lo bueno poco, pero lo bueno es que usted podrá ponerlo una y otra vez sin cansarse de escucharlo, porque se quedará con las ganas... y no podrá despegarse de él.


C4 Trío y Rafael "Pollo" Brito - De Repente


1.- Yo sin ti no valgo nada - Evio Di Marzo - 3:43
2.- De repente - Aldemaro Romero - 4:14
3.- Y Deja - Piloto y Vera (con Juan Ernesto Laya y Marcial Istúriz) - 4:10
4.- Isn't she lovely - Stevie Wonder - 4:45
5.- El tresillo - Abdénago "Neguito" Borjas (con "Neguito" Borjas y Ricardo "Pelón" Aguirre) - 3:07
6.- Océano - Djavan - 4:04
7.- Déjala Bailar - Seis por derecho - Chico Buarque - Folklore (con Marcial Istúriz) - 4:01
8.- Norwegian wood - Lennon/McCartney - 3:53
9.- Hasta que vuelvas - Leonardo Oporto (con Ana María Simon y Johnnatan García) - 2:46
10.- Lucerito - El Acertijo - Luis Mariano Rivera - Edward Ramírez (con Juan Rodríguez Berbín)

jueves, 21 de junio de 2012

Regresando... desde el silencio... desde las raíces



Luego de un receso necesario, un silencio de redondas y calderones, un mutis de bocca chiusa, el beat callejero comienza a latir nuevamente... y va recolectando sonidos y voces.


Mucha África viene, mucho Caribe y algo de Europa...


Llegó a mis manos un cd colectivo de culto al continente negro. Women Care, editado en Noruega por el sello Kirkelig Kulturverksted, en apoyo a la organización CARE.


Todas las voces son femeninas y en los 14 temas que comprende el álbum, de diseño además muy sencillo, se van dibujando emociones desde el mundo de las mujeres, que para algunos podrán sonar cansones o planos, pero que van descubriendo uno a uno, un discurso de tranquilidad y paz pisando terrenos arados a veces por cosmogonías difíciles de asimilar para otros.


En francés, inglés y voces africanas, esta producción es una compilación del año 2005 y es acompañada de un libro contentivo de fotografías interesantes, cuya autoría lamentablemente obviaron en los créditos.


Jazz, blues y ritmos de Tanzania, Madagascar, Nigeria, Senegal, Camerún, nos dejan un buen sabor que bien se puede aderezar tal como lo hice yo... con una buena copa de vino, en solitario y observando el verde naranja de la montaña y el cielo de mi ciudad...


Recomendado para estar en silencio, sin pretensiones... para la calma. Sólo eso.




domingo, 26 de febrero de 2012

Raúl Abzueta - El silencio de los músicos


15 de agosto de 1980. El silencio se apoderó de Venezuela cuando llegó la noticia. Preguntas, llantos, desesperación, pero sobretodo, el silencio. La embarcación en la que navegaba la agrupación Madera, de la popular barriada caraqueña San Agustín del Sur, se habría sumergido al sur del país y con ella 11 de sus integrantes.

Silencio. Tragedia. Vacío.



La historia cambiaba. Lo que debía haber sido, no fue. La presencia y la contundencia de la obra del grupo Madera serían necesarias hoy más que nunca. La historia entonces fue otra y siempre habrá la duda de qué dirían Chu o Ricardo… terreno de la especulación.

25 de febrero de 2012. Otro silencio se apodera de mi país. Los instrumentos de los músicos, los clicks de los fotógrafos, las teclas de los periodistas, los pasos de los atletas… las risas, los cantos, los aplausos… todo de pronto fue silencio cuando finalmente supimos la noticia: “¿Se fue?”, preguntó Sandra. “Se ha ido”.


Yo no fui del círculo de Raúl. No troté con él, no celebré un cumpleaños con él, no nos encontramos en casa de ningún amigo común (que los teníamos), no hay fotos juntos y como decimos los venezolanos, tampoco me eché palos, ni jugué chapita con él. 


Yo no voy a hablar de algo que nunca fue. Yo hablo del artista y ser humano cabal que yo descubrí en sus composiciones, en su programa de radio, en sus presentaciones, en sus entrevistas, en su trabajo como productor y promotor de la música venezolana, en su postura social y política, en su columna en un diario venezolano, en sus conferencias. Al menos la satisfacción me queda de un intercambio de palabras y admiración tras algunos de sus conciertos, el intercambio de ideas en las redes sociales. Raúl se convirtió en una inspiración y en alguien a quien respetar totalmente.


49 años. Triatleta. Compositor. Esposo. Amigo. Compadre. Hijo.

Prolijo. Ese fue el Raúl que yo conocí.

Un Accidente Cerebro Vascular fue la embarcación en la que se sumergió Raúl Abzueta. Tu Madera también sonará aunque sintamos “un gran dolor en el costillar”, nuestros tambores no se aflojarán porque si algo podemos hacer para que tu viaje sea aún más hermoso es honrar lo que motivaste y seguir echando pa’ lante. No hay otra.


Hoy Caracas corrió por ti. Hoy tu esposa, se llenó de guáramo, más del que ya tiene y corrió por ti. 42 K en tu honor y los que faltan.

Muchachos, después de la guasa, en el compás 25, viene el silencio.



Así que, Raúl, amigo librano, nuestra ovación eterna, de pie hasta que el viento nos lleve como animales hasta tu playa. 

Escrito por: Bea Rondón


martes, 21 de febrero de 2012

Marta Gómez - Ella es la canción



Hay voces que enamoran, melodías que penetran, líricas que sentencian, historias que se viven, personajes que sorprenden… y la canción.

La canción es el rincón donde el alma se esconde por minutos para vivir una ilusión descrita por otro. Es la salvación del apenado o el trampolín del desenfrenado. Pero sin lugar a dudas, la canción es un “momentum”.

Y por años hemos coleccionado una lista de cantantes, escritores y arreglistas que se han ocupado en llenar los rincones de nuestra memorabilia personal. Y hay quienes se convierten en sus canciones para darle más énfasis a las historias y hay canciones que se desprenden de sus autores para ser parte de la cotidianidad de una generación o un continente.

Sin embargo, hay fenómenos que ocurren tan de a poquito y tan calladamente que se parecen más a las raíces de un árbol: mientras más profundas e imperceptibles son, más frondoso es el árbol, más firme su tronco y más frutos dará… como la canción.

Marta Gómez es ese fenómeno. Su madre la descubre en la cuna arrullándose para dormir o para entretenerse (dicen que los ángeles hacen cosas que los mortales no podemos entender), crece entre coros y voces, guiada por una maestra que sabía muy bien lo que hacía: impregnaba el germen de Marta de sonidos latinoamericanos. Ese fue el equipaje que esta caleña llevó consigo a los 16 años cuando se trasladó a Boston para despegar el vuelo.

Marta es una canción. Ella amamanta a Alejandro mientras responde a una entrevista previa a la prueba de sonido de uno de sus conciertos en la reciente gira a Holanda. Marta sonríe y responde con humor tan sutil pero tan auténtico a las preguntas que el anfitrión de sala le hace frente a un público ansioso que no habla su idioma pero que se ha enamorado de Marta, porque ella sabe decir con sus melodías aquello que los idiomas nos limitan.

Marta es una canción. Ella nos cuenta lo que ve, nos canta lo que vive y nos compromete a creerle y respetarla y preguntarnos ¿cómo es que yo no hago más y me quedo tan inerte frente a todo lo que pasa?

Y es que Marta calla y piensa. Porque ella cree, hasta ahora, que va colectando historias de otros para regarlas por el mundo en sus canciones. Pero es que Marta es la canción. Ella no es una mera observadora. Ella es la que hace posible que la flor salude al sol desde su jardín; gracias a ella, García Lorca baila un carnavalito en Bolivia; comete la osadía de darnos una receta para acercarnos a la pasión; le da la mano a Basilio para sacarlo de esa mina; ella se esconde de la luna porque no sabe qué responder en las ausencias; por Marta, los peces, las aguas, los silencios, las aventuras, los arrullos, las vendedoras de café, los atardeceres, la muerte y las despedidas… todo un planeta por ella. Ella es la canción.

Marta se alimenta de muchas voces, de muchas calles y plazas, de mucha gente que gracias a Marta puede sentir que se sobrevive, ella los rescata. No es la canción social de la opresión política, es la canción social en respuesta a nuestra propia opresión. Un desbalance que tiene el mismo nombre de siempre: la pobreza.

Y Marta canta, compone, sueña, se conmueve, ama, vive… en tiempo presente y en un continuo gerundio.

Marta Gómez: la canción.

Desde Cali, Colombia, Marta comenzó a soñar. Tomó sus paletas en Berklee College of Music en Boston, Estados Unidos y ahora dibuja desde Barcelona, España.

En su página oficial www.martagomez.com podrá encontrar esa parte que yo no conté: su discografía, su biografía, sus premios, con quiénes ha grabado, sus proyectos, su trabajo en Israel y Suráfrica, su método de canto, sus videos… 


Yo me ocupé, esta vez, de rendir homenaje al maravilloso universo que descubrí en la mujer que me ofreció una entrevista mientras amamantaba a su bebé el día 12 de febrero de 2012, minutos antes del concierto que daría en el Korzo Theater de Den Haag. Y corroboré lo que ya sospechaba de ella.

Acá estaré, Marta, esperando el disco de canciones de cuna que dedicaste a Alejandro. Gracias Alejandro, su hijo, y a Julio, su esposo, por permitirme este espacio de intimidad.

Con mucho amor, para Marta Gómez. La mujer que me rescató.

Escrito por: Bea Rondón

Gerardo Rosales - La Reina de Holanda es Pepiada




Desde 1994, el oranje emblemático de Holanda, comenzó a salpicarse de una nueva sonoridad. Los ritmos afrolatinos y del Caribe comenzaban a aflorar en las pistas de baile, pero un personaje venezolano se instala en la ciudad de Amsterdam para, desde allí, comerse el mundo.

Bautizado Señor Tambó, por su dominio absoluto y particular de la percusión, Gerardo Rosales despega con su venezolanidad hacia un viaje que lo llevará por Europa, Estados Unidos, Asia y África, dejando en cada paso un rastro de energía vibrante, destacándose como líder de orquestas en vivo en festivales, teatros y escenarios del mundo, siempre con el tricolor por delante sonando en los cueros y las maracas.



Es así, como Paquito D’Rivera lo convoca para lo que sería el regreso de Bebo Valdés a los estudios de grabación con la producción discográfica Bebo Rides Again (1995) y el afamado The Rosenberg Trío lo incluye como percusionista en su cd Sueño Gitanos (2001) que lo lleva a presentarse en vivo en varios países de Europa.

A estas alturas, con 30 años de camino recorrido, 16 producciones discográficas personales y más de 70 participaciones en discos de artistas internacionales y de su propio país, Gerardo Rosales se convierte en el Maestro de la percusión que hoy en día es dedicando su tiempo a la composición, arreglos, grabación y presentaciones en teatros y festivales, así como la docencia en clases magistrales en conservatorios del mundo.



Durante septiembre y octubre de 2011, Rosales celebró su 30 Aniversario en los escenarios con tres grandes conciertos en Amsterdam y Venezuela (Valencia y Caracas), bautizando su más reciente producción Gerardo Rosales 30 Aniversario, con el sello del Centro Nacional del Disco y Callejero Music Records, 16 temas de puro sabor pepiado, como su tema Reina Pepiada, un joropo en jazz latino que forma parte de su manera de comerse al mundo desde Holanda pero con la venezolanidad a flor de piel.

Conéctese a la travesía de Gerardo Rosales "Señor Tambó" en su página www.gerardorosales.eu

Escrito por: Bea Rondón

Steve Khan - Parting Shot



Mientras hay artistas latinos que luchan por ser reconocidos en el mundo americano y se preocupan por ser parte de la farándula del negocio de la música, el guitarrista estadounidense, Steve Khan, desde hace muchos años, hace discos de jazz latino con influencias afro cubanas, brasileras y africanas, demostrando un gran amor a la cultura latina tras su larga trayectoria y reconocimiento mundial a su música que lo convierte en uno de los mejores guitarristas de Jazz.

Steve Khan acaba de presentar su más reciente propuesta jazzística latina con un CD titulado "Parting Shot - Golpe de Partida" en donde participan Anthony Jackson, Dennis Chambers, Manolo Badrena, Marc Quiñones y Bobby Allende.

Khan es un compositor orgánico. Se hace acompañar por un ritmo sólido, digno de una banda como la de Machito trasladado a la década de 2000 para lograr un sonido cálido y dulce. Su guitarra es la estrella, como en cada uno de sus discos, pero las raíces africanas están allí, su música es mestiza. En este álbum los temas Los Gaiteros y Zancudoville los dedica a Venezuela, país que ha visitado varias veces y del cual quedó enamorado por siempre.


La música de Steve Khan es única, particular y está llena de raíces. Hay un detalle muy importante de este cd y es la actuación especial de Manolo Badrena quien aporta muchísimo con sus detalles en la percusión y en su voz.

Todo esto hace de este disco uno de los mejores de Steve Khan, estadounidense de nacimiento y caribeño de sentimiento.

¡Felicitaciones, Steve!

Visiten la página de Steve: www.stevekhan.com


Escrito por: Bea Rondón